lunes, 19 de diciembre de 2011

Labios que saben a despedida.


El tic tac del corazón se convirtió en melodía y el concierto de tus pupilas ansiosas me desconcierta... La pasión es tanta que dejamos la puerta abierta, para que salga la ternura que hoy no nos hace falta. Que tu saliva cura la sequedad de mi garganta. Y plantados aquí, cuerpo a cuerpo, hay poco que decirse.



Voy a mentir cuando les diga que ya lo superé,que nunca hubo dolor en mi piel,que ya nada tuyo existe.

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