lunes, 16 de enero de 2012

She left my heart with vertigo...

Ahogándome en mis escritos, no soy capaz de dejar escapar un gramo de atención de mi mente a cualquier cosa que sea ajena a mis palabras. Nada en el mundo externo a mi cabeza, puede ser más interesante que aquellas perfectas oraciones creadas una noche de Abril. La ficción se apodera de cada una de mis neuronas, llevando a Teo hasta Oxylibys. Es perfecto. Y de repente, la fuerza voltea mi mirada lentamente hacia la derecha. Y allí... mi dulce fantasía. Ella de nuevo, de pie junto a mi ventana, dirigiéndome una mirada tan traviesa, como sucia. Me regala una media sonrisa a través de sus labios rojos coral, o tal vez escarlata, y mirando al suelo y luego de vuelta a mis ojos, se acerca silenciosamente hacia mi dirección. Se para trás de mi, consciente de cómo acelara mi corazón, y por sobre mi hombro lanza una mirada desinteresada a mis escritos. Finje una suave risa sarcástica, negando con su cabeza, como si no fuera capaz de entender el mundo que le cree a Teo. En un lento y violento movimiento, quita el lápiz de mi mano derecha, y la deja reposar en el escritorio. Acto seguido me mira con deseo. Ella sabe perfectamente que está captando toda mi atención, que la batalla de Oclaman en Oxylibys ya no me importa. Toma asiento en mis piernas, y ahora, entra ella y yo, solo se encuentra el fuego de desearnos con inexplicable pasión. Acaricia mi nuca y como acto reflejo, todos mis sentidos dejaron de depender de mí. Ambos de pie, ahora su vestido rojo yace ya en el suelo, y entre la pared y mis ojos, toda tu perfección. Sabe que soy un escritor salvaje, pero por razones que ella formula, me domina como si fuera un mago sin trucos. Y juega con mi corazón. Pero eso no me importa esta noche. Hoy no somos más que un hermoso cuerpo y un poeta perdido. Y hundido en respiraciones cortas, escucho un débil susurro. Te Amo. No sé si fue solo el momento o un sentimiento oculto de hace tiempo, pero utilizando sus palabras solo como un estimulante, me decidí a continuar el juego hasta terminarlo. Y entonces, una vez acabado, volteo de nuevo la mirada hacia mis escritos. Teo aún debe decidir si pelear en Oclaman por la liberación de Oxylibys...



No hay comentarios:

Publicar un comentario