martes, 17 de abril de 2012

Hoy pienso salir a buscarte...


Y ahora que pasa, eh? En serio, no puedo creer esto. Pero es una excepción, te juro que no te voy a volver a escribir. Prepara un vaso de leche y presta atención a lo siguiente. Omite los detalles, no son importantes. Solo sirven para ambientar un poco la situación en que estamos. Bueno... la situación en que estoy. Me bloqueaste la luz del farol un día clave, y te cruzaste con tus "Bueno, bueno, bueno". Estaba triste y vulnerable, y tu parecías apenas salido de una novela, y trajiste ficción donde no había más intentos de normalidad frustrada. Me gustaba mucho más de lo que me asustaba pensar en cuánto de realidad había en lo que hablabas. Tal vez no intentabas ser enfermo, tal vez simplemente lo eras. Y eso fue divertido. Me hiciste sentir lo demasiado humana como para llegar a hacerme pensar que sería divertido vivir como lo planteabas. O como realmente vives tú, no lo sé.  Se volvió contra mí la persona que me gustaba que fueras. Pero honestamente, me molestó al punto de dolerme, que fueras como otros, que encajaras en algo con la sociedad. Olvidé que te había confundido con alguien más. Olvide que la persona que esperaba que fueras, no existe. Y me desilusioné porque no pudiste ser quien yo deseaba que fueras. Pero eso no es tu culpa. Ahora tengo dudas respecto a si salir a buscarte, o terminar por olvidarte. Me divertí contigo y con los peligros que eso significaba. Quizás no busques una amiga en mí, pero tal vez descubras que podría ser entretenido conocernos verdaderamente... Y ahora que pasa, eh? Me encontré escuchando la Suite de Bach sin razón... y así me decido a salir a buscar al personaje que tanto detesto, teniendo en cuenta que tal vez no vuelva a verte. Y teniendo en cuenta que tal vez te encuentre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario